martes, 7 de agosto de 2007

Interrogaciones y suspiraciones sobre el pájaro Cutervo (el Cuervo)


¿Cómo será? ¿Será o no será? ¿Será lícito declararle mi amor al pájaro Cutervo que me tiene loca y repodrida y archihinchada de amor? ¿Será posible un amor imposible entre una nube y un cuervo? ¿Será o no será? Pero, ¿está bien visto que prolifere el amor entre una nube y un pájaro?


Al menos a mi Cutervo, yo lo amo.


Lindo mi Cutervo, todo plateado, cuando los demás lo ven negro o pájaro de mal augurio o de agüero gargüero, ay no sé, no sé esas cosas que dicen los humanos. Ni me interesa. Lo cierto es que lo amo, y él, siempre correcto, como un caballerito, oiga usté, siempre me visita antes del atardecer. Según él, para contemplar mis transformaciones coloridas, que si del blanco al gris, al violeta, al verde óxido, algunas partes de color marrón y otras anaranjadas, incluso rojo o rosado, según se "va muriendo" el pesado del bola amarillo al que ustedes lo llaman "sol". Que soy un espectáculo, me dice, que le alegro la vida, sigue. Y yo, gracias, qué gusto que me visites así, Cutervo, que me valores por lo que soy, por ser una nube cumulonimbo. Gracias, gracias. Que si tuviera brazos más sólidos y menos esponjosos~nebulosos lo abrazaba, lo acogía en mi seno y lo protegía, como una madre a su bebé.


Ay, Cutervo, mira todo lo que me haces escribir en este blog, porque me inspiras digo, porque eres mi inspiración y suspiración de cada día que te veo... (suspiros).

Cuando me rasco en los rascacielos


Ustedes creerán que los rascacielos no sirven para nada y que tan sólo avisan con su luz intermitente a los aviones y otros aparatejos y artilugios volantes creados por los humanos. Pero yo les digo una cosa... ¡qué artefacto tan útil! No sé qué dirán mis compañeras, pero para mí me va de perillas, es decir, a veces como nube me entran unas ganas irrepetibles de rascarme por puro placer o para calmar esa cosquilla insoportable (seguro que algún granizo o condensado de hielo ionizado), y qué mejor que mejor que rascarme con los rascacielos.


Pero ustedes son capaces de decirme: "Pero tú eres sólo agua, sólo H2O y alguna cochinadita contaminada que llevas (los cielos de hoy en día están más sucios que nunca) y no eres más que agua condensada".


Pero, ¿saben qué? ¿Qué me importa lo que ustedes digan? Yo también tengo mis sentimientos y mis ganas de rascarme cuando siento cosquillas o picazones en todo mi cuerpo nebuloso. Así que a callar. Yo soy una nube cumulonimbo y me hago respetar. He dicho.


jueves, 26 de julio de 2007

Mi primera entrada


No he descendido desde mi plataforma aérea, aún sigo mi rumbo errante navegante de los cielos, en el cual soy dueño de mi propio espacio. Y si escribo, es para dejar constancia que alguna vez existí en este vasto universo de los blogs, de los cuales por desgracia, más son los blogs que se crean de los que se lean. Eso a mi no me importa en lo mínimo. Total, me estoy escribiendo a mí mismo. Cosas ilusas de la vida. Y más si viene de una nube cumulonimbus. Así las cosas, doy por terminado mi primera incursión al blog que me he creado.